miércoles, 26 de mayo de 2010

3. y 4. Herramientas y Tecnicas Criminalisticas

Otras tecnicas

Los estudios criminalísticos se apoyan en métodos y técnicas propias del trabajo de diferentes disciplinas, ciencias auxiliares y laboratorios periciales, entre los que se encuentran:
•Arte forense: El retrato compuesto o hablado, realizado a partir de la memoria de la víctima, es el más famoso, pero también se llevan a cabo dibujos con base en videos y fotos, y progresiones de edad en caso de personas desaparecidas. Utilizan un restirador, lápices, testimonio, ya sean verbales o con fotos y videos, para ofrecer opciones al artista.
•Entomología forense: La entomología forense se basa en la sucesión ecológica de los artrópodos que se instalan en un cadáver para determinar la fecha de la muerte. Es especialmente útil en cadáveres con varios días, semanas o meses de antigüedad.
•Fisionomía forense: Reconstruye las características de un rostro con la ayuda de materiales moldeables. Utiliza un molde de cráneo de plástico con varias capas de material para simular la piel, espátulas de escultor, pinturas. En muchas agencias se utilizan programas de computadora para modelar huesos, músculos y piel en 3D.
•Fotografía forense: La participación del fotógrafo para realizar la fijación fotográfica de la escena y todo lo relacionado con la misma es fundamental; sin embargo, es sólo la primera parte de su trabajo, ya que posteriormente tendrá que trasladarse al laboratorio de fotografía forense para llevar a cabo el revelado del material con el que serán ilustrados los dictámenes.
•Genética forense: El estudio de material biológico, como la saliva, semen, sangre, pelo, y otros tejidos, permiten tipificar el ácido desoxirribonucléico (ADN), método identificatorio moderno y que por su gran precisión se ha denominado huella genética.
•Grafología: Permite establecer, con sólo leer una firma, si el individuo es zurdo o diestro, blanco o negro, hombre o mujer, tiene problemas mentales, rango de inteligencia y qué enfermedades padece.
•Hecho de tránsito: Mediante la aplicación de diferentes técnicas de análisis químico, pueden examinarse los fragmentos de pintura, efectuando distinciones en cuanto al calor y los compuestos de las mismas.
•Hematología: En esta especialidad la aplicación de la química es fundamental si una mancha que se halló en el lugar del hecho es sangre y si ésta es de animal o humana; en caso de tratarse de sangre humana se determinarán los grupos, subgrupos y el factor RH.
•Incendios y explosivos: Para el estudio de los residuos que dejan los incendios y las explosiones, pueden utilizarse la cromatografía de capa fina, la cromatografía gas-líquido y la cromatografía líquida de alto rendimiento; pudiéndose determinar el tipo de sustancia que se utilizó.
•Medicina forense: Si se considera que el laboratorio es el lugar en donde se realizan trabajos de investigación científica, bien puede estimarse el necrocomio o a los Servicios Médicos Forenses como los laboratorios que utilizan los médicos para el estudio minucioso del cadáver, y para determinar su identidad y causa de muerte.
•Meteorología forense: Es el análisis de las condiciones climáticas pasadas de un lugar específico. Es una rama bastante empleada en los procesos judiciales en los que participan compañías de seguros y también en las investigaciones de homicidios.
•Odontología forense: La utilización del laboratorio en la odontología forense se realiza cuando se requiere obtener o elaborar moldes para determinar las características dentales de un individuo.
•Patología forense: Estudia las pistas que llevan a la causa de la muerte presentes en el cuerpo como un fenómeno médico.
•Piloscopia: Por medio del estudio químico puede determinarse si el pelo en estudio se trata de pelo humano o de animal, así como otras características.
•Psicología forense: Comprende un amplio rango de prácticas que involucran principalmente evaluaciones de capacidad de los acusados, informes a jueces y abogados y testimonio en juzgados sobre temas determinados
•Química forense: En esta importante especialidad se aplican todos los conocimientos y técnicas químicas con objeto de conocer la naturaleza de cualquier sustancia o elemento. Su participación en la investigación es multi e interdisciplinaria con otras ciencias forenses.
•Toxicología forense: Puede ser aplicada en sujetos vivos o muertos. En personas vivas se toman muestras de orina y de sangre. En la orina puede determinarse, principalmente, la presencia de medicamentos y drogas de adicción; en la sangre puede hallarse alcohol etílico.

3. y 4. Herramientas y Tecnicas Criminalisticas

Documentoscopia

La documentología (conjunción del latin documentum -enseñar, mostrar- y de la raíz helena logos -tratado-) es la disciplina científica que tiene por objeto de estudio, el análisis de los documentos modernos, públicos o privados, utilizando distintos métodos y técnicas, a fin de establecer su autenticidad o falsedad, plasmando las conclusiones a las que arriban a través de un informe escrito denominado Pericia Documentológica.

Se ocupa del examen de documentos a efecto de dictaminar respecto de su autenticidad o determinar las posibles alteraciones de que haya sido objeto.

Análisis de papel
El perito analiza las características intrínsecas de elaboración del papel, sus dimensiones, tamaño, textura, color, grosor, y los dispositivos de seguridad.

El invento del papel se atribuye a Tsai-lun de origen chino en el año 105 d.c., y se dice que en el año 751, en la batalla de Samarcanda, los árabes hicieron prisioneros a varios fabricantes de papel, a quienes les arrancaron el secreto guardado celosamente durante varios siglos, extendiéndose este por todo el imperio árabe, o sea, Egipto, Marruecos y España durante los siglos XI y XII.

Fue hasta a principios del siglo XIII cuando el papel fue actualizado por los franceses, quienes lo importaban de España e Italia, pero fue Juan Gutemberg, quien con el invento de la imprenta dio impulso a la fabricación del papel.

Por virtud de las diferentes pastas utilizadas en la fabricación del papel, tales como bisulfito, sosa, etcétera, este nos da una fluorescencia especial bajo la lámpara de Wood, mejor conocida como “luz negra”, y el microscopio nos permite examinar las diversas fibras que entran en composición del papel, e incluso apreciar el sistema de fabricación de este.

Análisis de la fibra
Este análisis deberá hacerse al microscopio-estéreo, con el objeto de utilizar el menor papel posible; sin embargo, puede efectuarse a simple vista siempre y cuando haya suficiente papel disponible; para ello existen fórmulas químicas que en Francia se les denomina “Norma NF Q 03-001”, que es la que precisa las coloraciones obtenidas por las fórmulas en las diversas fibras, siendo estas las llamadas “Reactivo de Herzberg”, “Reactivo de Selleger” y “Reactivo de Lofton-Merrit”.

Examen físico
El estudio del papel versa sobre los siguientes elementos:

* Dimensiones en milímetros.
* Anchura y espaciado del rayado si lo tuviera.
* Configuración externa, mediante fotografía a la luz refleja con 15 o 20 aumentos.
* Configuración interna, mediante microfotografía por transparencia, mojando el papel con tretacloruro de estaño.
* Matiz del papel y del canto.
* Espesor del papel, utilizando el esferómetro, las irregularidades del espesor y la presión de la escritura se podrán poner a descubierto por este método.
* Filigranas y marcas de agua.
* Opacidad y transparencia se mide mediante un diafanómetro, midiendo la luz que pasa a trasluz.
* Fluorescencia, examen con lampara de Wood o de luz negra.

Examen de las tintas
Se establece su color, tonalidad, la posible existencia de tintas de seguridad y el origen del solvente.

En el mundo moderno la experiencia y las investigaciones científicas enseñan objetivamente cuales son las variaciones que la escritura puede sufrir por razón de los elementos usados para su confección. Entre estos merece especial importancia la tinta, cuya utilidad está al servicio del trazado de letras y dibujos sobre el papel, y que por su resistencia y permanencia da testimonio de lo escrito. En todo tiempo, los hombres se han preocupado por buscar las combinaciones, composiciones y mezclas más adecuadas para su preparación, y señalar al mismo tiempo sus coloridos, intensidades, grados de oxidación, fijación e indelebilidad, etcétera, a fin de conocer con más facilidad los fraudes, correcciones, borrones y otras anomalías que ocurren a menudo a consecuencia de su constante uso o empleo.

Las tintas de nuez de agallas y de hierro, las de extractos tánicos, las de hulla, las de anilina, las de glicerina y de azúcar, las de encinas, las de sulfatos ferrosos o férricos, etcétera, suponían en otro tiempo la necesidad de llevarlas al laboratorio para distinguirlas y fijarles su alcance y colorido, como también para averiguar sus sustituciones y reactivos para establecer otras modalidades. El perito, en consecuencia tuvo que apelar a la ayuda del químico, si es que quería obtener resultados completos. Hoy, cuando la química despierta en un nuevo mundo y transforma no solo Las cosas sino también las ideas mismas, su contribución en el campo de las investigaciones policiacas adquiere un prestigio y un valor incalculable; por eso, el perito moderno debe recurrir también, sin vacilaciones ni temores, al servicio que dicha ciencia presta en sus laboratorios y puestos de ensayo y, sobre todo, cuando se trata de analizar tintas hechas a base de distintos ácidos y sustancias colorantes.

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Dactiloscopia

Una huella dactilar o huella digital es la impresión visible o moldeada que produce el contacto de las crestas papilares. Depende de las condiciones en que se haga el dactilograma (impregnando o no de substancias de color distinto al soporte en que asiente), y de las características del soporte (materias plásticas o blandas, en debidas condiciones). Sin embargo, es una característica individual que se utiliza como medio de identificación de las personas.

El sistema de identificación de las personas a través de las huellas fue inventado por Juan Vucetich, croata, nacionalizado argentino, y el invento se desarrolló y patentó en Argentina, donde también se usó por primera vez el sistema de identificación de huellas para esclarecer un crimen.

La disciplina científica que estudia las huellas dactilares se llama dactiloscopía, y dentro de ella existen dos grandes ramas con su propia clasificación de huellas.

Está demostrado científicamente que los dibujos que aparecen visibles en la epidermis son perennes, inmutables y diversiformes, es decir, individuales y personales:

Son perennes porque, desde que se forman en el sexto mes de la vida intrauterina, permanecen indefectiblemente invariables en número, situación, forma y dirección hasta que la putrefacción del cadáver destruye la piel.

Son inmutables, ya que las crestas papilares no pueden modificarse fisiológicamente; si hay un traumatismo poco profundo, se regeneran y si es profundo, las crestas no reaparecen con forma distinta a la que tenían, sino que la parte afectada por el traumatismo resulta invadida por un dibujo cicatrizal.

Son diversiformes, pues no se ha hallado todavía dos impresiones idénticas producidas por dedos diferentes.

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Balistica

•Balística forense: La balística forense, como rama de la balística general y parte fundamental de la Criminalística, tiene como objetivo que en sus laboratorios se lleven a cabo todos los procedimientos y estudios necesarios de los cartuchos, balas y armas relacionadas con los homicidios, suicidios, accidentes y lesiones personales.
Partes de estudio en Balística
La balística puede considerarse dividida en tres ramas:
1.-Balística interior: Aquella que estudia el movimiento del proyectil en el interior del ánima del tubo del arma (en su fase inicial de lanzamiento) desde que empieza su desplazamiento y hasta que abandona el tubo del arma. Es decir, estudia todos los fenómenos que impulsan al proyectil, así como el quemado del propelente, la presión gaseosa, el giro y rozamiento dentro del ánima, etc.
2.-Balística exterior: Estudia las trayectorias y los efectos perturbadores del medio ambiente sobre el proyectil.
3.-Balística terminal: Estudia los efectos causados por el choque del proyectil contra un cuerpo dado o ya definido.
Balística forense
Un experimento forense sobre balística.
En el campo de la ciencia forense existe la denominación de balística forense como aquella ciencia que analiza las armas de fuego empleadas en los crímenes. Suele abarcar el estudio y análisis de los proyectiles y de los impactos determinando el calibre del arma disparada; También se preocupa de determinar la correspondencia entre proyectiles o vainas (cascos o casquillos) halladas en el sitio del suceso con algún arma hallada en poder de un sospechoso o en el lugar mismo del hecho delictivo; asimismo, verifica la presencia de residuos de polvora sobre el blanco, con el objeto de obtener una aproximación de la distancia a la que fue realizado el disparo. Los rifles aparecieron en el siglo XV permitiendo mayor precisión y nuevos efectos, debido a la rotación impartida en el ánima (parte interior estriada del cañón) impartiendo al proyectil una rotación que incrementa la precisión y el alcance. Los proyectiles disparados por los rifles tenían debido a estas estrías interiores del cañón unas huellas distintivas que permitían averiguar la identidad (o al menos el arma) disparada, debido en gran parte a los estrias o surcos mostrados en el proyectil tras su disparo, dando esa huella de identidad distintiva.
La primera evidencia de uso de la ciencia forense aplicada a la balística fue aplicada en Inglaterra en el año 1835 cuando las únicas pruebas de identificación de un asesinato fueron las marcas en el proyectil encontrado dentro del cuerpo de la víctima. Cuando se confrontó la evidencia con el sospechoso, éste confesó. El primer juez que tomó en cuenta las pruebas forenses que mostraban los estudios balísticos, ocurrió en 1902, cuando se pretendía demostrar que un arma podía ser asignada a la relación posible de pertenencia de un sospechoso de posible asesinato. El experto del caso, Oliver Wendell Holmes, había leído algo sobre identificación balísticas, y por aquel entonces ya se empezó a estudiar el proyectil mediante el empleo de una lente.

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Antropología forense:

Para poder determinar el sexo, talla, edad, grupo étnico, e incluso llegar a la reconstrucción facial de restos humanos, se requiere de varias semanas de trabajo en el laboratorio antropológico.
La antropología física forense se encarga de la identificación de restos humanos esqueletizados dado su amplia relación con la biología y variabilidad del esqueleto humano. También puede determinar, en el caso de que hayan dejado marcas sobre los huesos, las causas de la muerte, para tratar de reconstruir la mecánica de hechos y la mecánica de lesiones, conjuntamente con el arqueólogo forense, el criminalista de campo y médico forense, así como aportar, de ser posible, elementos sobre la conducta del victimario por medio de indicios dejados en el lugar de los hechos y el tratamiento perimortem y posmortem dado a la víctima.
Se auxilia con las técnicas de la tafonomía forense, estrategia de investigación de reciente aplicación a casos forenses. Engloba las técnicas de la arqueología y la antropología física forense en la investigación sobre el proceso tanatológico. El uso de modelos tafonómicos en el análisis de contextos forenses permite estimar el tiempo transcurrido desde la muerte, reconstruir las circunstancias antes y después de la depositación del cadáver y discrimina los factores en los restos humanos que son producto de la conducta humana, de aquellos producidos por los sistemas biológicos, físicos, químicos y geológicos.

Biografias de asesinos seriales

JOHN WAYNE GACY.


El lector que a partir de ahora va a adentrarse en la historia real de John Wayne Gacy descubrirá que el mal humano se esconde en lugares todavía menos accesibles que una arteria cerebral colapsada, la que tenía Gacy desde que se cayera en el jardín de su casa cuando era niño y que, según algunos expertos, transformó su cerebro en una mente psicopática. Quizás el mal anide en las entrañas del alma de algunos hombres que parecen, pero sólo parecen, buenos. No cabría otra forma de calificar a un ciudadano tan ejemplar como John. Era un eficaz hombre de negocios, dedicado plenamente a hacer crecer su empresa de albañilería y decoración, a cuidar de su casa, a amar a su segunda esposa y a cultivar las relaciones sociales. El tiempo libre siempre lo dedicaba a los demás: organizaba las fiestas vecinales más famosas del barrio, se vestía de payaso y amenizaba las tardes de los niños ingresados en el hospital local. Incluso fue tentado por la política y se presentó como candidato a concejal. Y lo habría llegado a ser si no se hubiera cruzado en su camino el joven Jeffrey Rignall y su tenaz lucha por la supervivencia. El 22 de mayo de 1978, Rignall decidió salir a tomar unas copas en alguno de los bares del New Town de Chicago. Mientras paseaba, ya de noche, un coche le cortó el paso. Un hombre de mediana edad y peso excesivo se ofreció para llevarle a la zona de bares más famosa del lugar. Rignall, osado, despreocupado, acostumbrado a viajar haciendo auto stop y, sobre todo, harto de pasar frío, aceptó la invitación sin sospechar que aquel hombre, en un descuido, le iba a atacar desde el asiento del conductor y a taparle la nariz violentamente con un pañuelo impregnado de cloroformo. Lo siguiente que Rignall pudo recordar fue la imagen de su nuevo colega desnudo frente a él, exhibiendo una colección de objetos de tortura sexual y describiendo con exactitud cómo funcionaban y cuánto daño podrían llegar a producir. Rignall pasó toda la noche aprendiendo sobre sus propias carnes mancilladas una y otra vez la dolorosa teoría que su secuestrador iba explicando. A la mañana siguiente, el joven torturado despertaba bajo una estatua del Lincoln Park de Chicago, completamente vestido, lleno de heridas, con el hígado destrozado para siempre por el cloroformo, traumatizado… pero vivo. Tenía el triste honor de ser una de las pocas víctimas que escaparon a la muerte después de haber pernoctado en el salón de torturas de John Wayne Gacy. En sólo seis años, 33 jóvenes como él vivieron la misma experiencia, pero no pudieron contarlo. A veces, el camino hacia el mal es inescrutable, se esconde y aflora, parece evidente y vuelve a difuminarse. Toda la vida de Gacy resultó una constante sucesión de idas y venidas. Fue torpe en los estudios, se matriculó en cinco universidades y tuvo que abandonarlas todas; sin embargo, terminó su último intento de estudiar Ciencias Empresariales y se licenció con brillantez. Hasta llegó a ser un hábil hombre de negocios. Se enroló en cuantas asociaciones caritativas, cristianas y civiles pudo, pero mantuvo una oscura relación con su primera esposa, llena de altibajos y cambios de temperamento. Tuvo dos hijos a los que amó y respetó, sin que eso nublara un ápice su eficacia para atraer y matar a otros adolescentes. Resulta, incluso, paradójico que un hombre obeso y aquejado de graves problemas en la espalda fuera capaz de atacar, maltratar, matar y enterrar a jóvenes llenos de vigor. Pero lo hizo una y otra vez, hasta en 33 ocasiones. Pero si fue doloroso encontrar los cadáveres de 33 jóvenes incautos, peor resultó saber que su asesino ya había dado muestras de lo que era capaz de hacer. Poco después de casarse por primera vez, comenzaron a circular insistentes rumores sobre la tendencia de Gacy a rodearse de jóvenes varones. Rumores que sus vecinos vieron confirmados cuando el amable John fue acusado formalmente por un juez de violentar sexualmente a un niño de la ciudad de Waterloo. Él siempre sostuvo que las acusaciones no eran más que un montaje creado por el sector crítico de una de las asociaciones cívicas a las que pertenecía. Pero cuatro meses más tarde, la mesa del juzgado recibía la documentación de una nueva denuncia. La propia víctima del supuesto ataque sexual había sido apaleada. El agresor, un joven de 18 años con dudosa reputación, declaró que fue Gacy quien le pagó para escarmentar al niño que le acusaba. El caso estaba claro: Gacy fue sentenciado a 10 años de prisión en la penitenciaría de Iowa. La historia de un asaltador de menores parecía tocar felizmente a su fin…, cuando en realidad, no había hecho más que empezar. Incomprensiblemente, Gacy salió de la cárcel un año y medio después, aireando un indulto concedido en atención a su buen comportamiento y las "evidentes muestras de reforma dadas por el reo". El juez no tuvo duda de que aquel preso de 27 años se había transformado en otro hombre: lo que no supo hasta tres años después es que el nuevo John Wayne Gacy era aún peor. Gacy no sólo se las arregló para engañar al juez, también engañó a los vecinos de Sumerdale Avenue que lo acogieron en su segunda vida; a Lillie Grexa, una mujer divorciada y madre de dos hijos que se enamoró de él y aceptó su propuesta de matrimonio; a los clientes de una brillante empresa de reformas de albañilería que él mismo montó y, lo que es peor, a decenas de jóvenes varones que acudían a casa de Gacy bajo la promesa de un trabajo bien remunerado como albañiles. La vida social del hombre que los fines de semana se vestía de payaso para entretener a los niños enfermos en varios hospitales subía como la espuma. Dos de sus fiestas más sonadas, una al estilo "vaquero" y otra hawaiana, llegaron a congregar en su casa a más de trescientas personas. Todas regresaron a sus domicilios comentando dos cosas: lo agradable que era aquel ciudadano regordete, bonachón y trabajador y lo mal que olía su jardín. Porque era la comidilla del barrio que un terrible hedor fluía por las calles cercanas a la casa de Gacy y su segunda esposa. Ésta estaba convencida de que bajo las cañerías de su casa había algún nido de ratas muertas. Él aseguraba que el olor se filtraba desde un vertedero cercano y siempre estaba posponiendo una supuesta visita al ayuntamiento para tratar de arreglar el problema. Ningún vecino supo reconocer el tufo de los restos humanos, por eso, ninguno llegó a sospechar el acontecimiento que estaba a punto de sacudir la armoniosa vida de Sumerdale Avenue. En diciembre de 1978, la madre del joven de 15 años Robert Piest empezó a impacientarse al ver que no regresaba del trabajo. El chico se ganaba un dinero extra ayudando en una farmacia, y estaba a punto de entrevistarse con un tal Gacy que le había ofrecido mejorar su situación si trabajaba como albañil para él. La desaparición de Robert fue puesta en conocimiento del teniente Kozenczak del departamento de policía de Des Plaines. Entre sus pesquisas, el agente hizo una llamada a Gacy, ya que su nombre aparecía entre los papeles del chico. Por supuesto, el ciudadano Gacy no acudió a la cita (se excusó diciendo que estaba enfermo), pero se presentó voluntariamente en la comisaría al día siguiente. Para entonces, el teniente se había encargado de estudiar el historial penal de aquel hombre (sentenciado e indultado por asaltar a un menor). Aunque Gacy negó cualquier relación con Piest, la policía logró una orden de registro de su domicilio en la que se incautó del más completo arsenal de instrumentos de tortura jamás visto en la región. Pocos días hicieron falta para lograr que Gacy confesara y entregara a la policía un detallado plano del jardín de su casa, en el que había marcado los lugares donde yacían los 33 cadáveres. En su declaración final, la vida del payaso asesino pareció sacada de una película de terror. Durante el juicio, Gacy aseguró que existían “cuatro John: el contratista, el payaso, el vecino y el asesino y constantemente respondía con las palabras de uno y de otro”. Lo que no pudo explicar fueron los motivos que le llevaron a dejar con vida al joven Rignall, cuya declaración sirvió para mandar al criminal a la camilla donde se le aplicó una inyección letal el 10 de mayo de 1994. Sus últimas palabras fueron: “¡Besadme el culo!” .

Biografias de asesinos seriales

JEFFREY LIONEL DAHMER



Asesino en serie estadounidense cuyo perfil psicológico es prototípico del hombre carente de todo aquello que hace tolerable llevar una existencia normal. Su actitud negativa le impidió tener amigos, relaciones, trabajos, intereses, ocupaciones, dinero, esperanzas o simplemente un lugar dónde vivir. Nunca llegó a socializarse y su cavernoso interior emocional se fue degradando mientras llenaba ese enorme vacío de fantasmas. Nació el 21 de mayo de 1960 en el hogar de un matrimonio problemático compuesto por un conocido investigador químico y una neurótica emotiva y autocompasiva. Era un niño tímido y solitario que temía el abandono y daba la impresión de estar desamparado. El joven Jeffrey no hacía más que gritar pidiendo atención desde la temprana edad, aunque fuera subconsciente. Pero esos gritos no fueron oídos por unos padres demasiado absortos en sus propias guerras personales durante un amargo divorcio que dejó al niño con la sensación de ser abandonado. Pronto se interesó por la anatomía animal. En el sótano de su casa guardaba un montón de huesos de conejos, pollos y otros animales, sintiendo gran curiosidad por verlos dentro de los animales vivos que manipulaba. Su familia cambió de vivienda seis veces antes de establecerse en 1968 en Ohio. La mayor parte de su infancia la pasó escondido en un cobertizo de madera en una colina cazando insectos en frascos y conservándolos en formol. Luego pasó a las ardillas, mapaches y otras piezas más grandes, transportando los cuerpos hasta el bosque, donde los dejaba pudrirse. Luego sumergía los restos en lejía para limpiar y blanquear sus huesos. Su madre, tras una temporada en el hospital, tuvo que guardar cama por el resto de sus días por haber ingerido enormes cantidades de tranquilizantes y otras drogas, hecho que ensimismaría a Dahmer en un aislamiento inquebrantable. A los once años ya hablaba de manera monocorde. Se convirtió en un solitario, balando como una oveja en el aula de clase o comportándose como un retrasado en las tiendas para llamar la atención de sus compañeros. También comenzó a beber y a masturbarse compulsivamente utilizando revistas para homosexuales o mirando las entrañas de los animales que cazaba. A los dieciséis años solía ir borracho a clase, donde tenía un solo amigo que era proveedor de marihuana y con quien se colocaba a diario. El joven se refería al alcohol como su ´medicina´, un tónico autorrecetado con la intención de calmar sus momentos de angustia. Y ese alcohol a su vez, alimentaba su inclinación hacia la excentricidad. A los diecisiete años, tras observar un joven que a diario pasaba haciendo jogging delante de su casa, sintió un deseo desenfrenado de poseerlo. Como no se atrevía a abordarlo para entablar una conversación, optó por coger un bate de béisbol y se dispuso a esperarlo con la idea de atacarle cuando pasara, pero afortunadamente el joven dejó de ir a correr por esa zona, salvándose de haber sido una primera víctima del atormentado Jeffrey Dahmer. Al año siguiente, su padre abandonó el hogar, y al poco tiempo, el 18 de junio, el chico se venga recogiendo en la carretera a un autoestopista, a quién llevó a su casa y asesinó, luego metió el cuerpo en un saco de basura y lo arrojó por un barranco. Después de esto, entró en una crisis depresiva y renunció a seguir viviendo, pero su padre lo envió a la Universidad. Allí también fue rechazado por su contínuo estado de embriaguez, y en diciembre de 1978 su padre lo obliga a alistarse en el ejército, pero sus continuas borracheras no cesan. Al licenciarse va a vivir con su abuela, en donde muestra una posible reinserción, pues comienza a ir a la iglesia, a leer la Biblia e incluso reduce su dosis de alcohol y encuentra trabajo en una fábrica... Pero poco le duró esa vena. Al poco tiempo comenzó de nuevo a masturbarse insistentemente e incluso robó un maniquí de una tienda, que le hacía las veces de compañero sexual. También empezó a frecuentar las saunas de Milwaukee, en donde se daban cita algunos homosexuales para tener relaciones anónimas e impersonales, pero le resultaba difícil conseguir la erección mientras sus parejas estaban despiertas, por lo que optó por drogarlos con somníferos antes de mantener una relación sexual. Después de esto, ninguno de sus amantes cuando volvían en sí querían volver a saber más de él, por lo que creyó más oportuno buscar un cadáver para satisfacer sus instintos sexuales. Esa misma noche, tras asistir al funeral de un joven de dieciocho años, fue a desenterrarlo al cementerio, pero no lo consiguió por que el suelo estaba congelado debido a las bajas temperaturas. En septiembre de 1986 es arrestado por exhibicionismo indecente y desembocó a su primer análisis psicológico, siendo diagnosticada una personalidad peligrosa. Un año después mataba por segunda vez. Esta vez se trataba de un joven negro al que ofreció una bebida dopada. Dahmer se despertó al día siguiente encima de un cuerpo ensangrentado, pero afirma no recordar nada de lo que pasó aquella noche. Lo que sí revive es cómo tras levantarse mete el cadáver en el armario y sale a comprar una gran maleta para trasladar el cuerpo a casa de su abuela. Allí cuenta que lo guardó en el sótano y lo desmembró, envolviendo la cabeza en una manta y guardándola en una estantería para hervir más tarde el cráneo y blanquearlo. Después de eso, Dahmer comienza a matar siempre que tenía ocasión. Seguía el mismo modus operandi: primero el flirteo ofreciendo dinero a cambio de sexo, luego les ofrecía bebida con somnífero y finalmente los estrangulaba. Después de matar a su víctima se quedaba abrazando el cadáver, pensando en cómo conservar las cabezas y formar una especie de altar en la habitación adornado con los huesos. Dahmer seguía la predecible pauta de los asesinos en serie. Empezó matando cautelosamente asustado por sus crímenes. Luego el ritmo aumenta y se convirtió en una máquina de matar más efectiva. Está más que demostrado que estos asesinos con el tiempo se vuelven arrogantes y despreocupados convencidos de que no pueden ser apresados por ningún ser mortal, creyendo tener máximo poder y autoridad sobre los demás. Dahmer mostraba muchas características de asesino organizado: acechaba a sus víctimas, les engañaba para llevárselos a su apartamento con la promesa de dinero y favores y después de la muerte ocultaba las pruebas de los crímenes, pero también daba muestras de ser un criminal desorganizado: realizaba actos sexuales con sus víctimas después de la muerte, consumía su carne y sangre, las mutilaba y conservaba algunas partes como recuerdos. Esta mezcla de delincuente organizado y desorganizado es lo que se denomina un asesino ´mixto´. En una ocasión, una de sus víctimas logró marcharse antes de que las drogas surtiesen efecto, y la policía efectuó un registro de la casa, pero afirmaron no haber hallado nada... El 30 de enero de 1989 fue declarado culpable de atentado contra el pudor en segundo grado, por seducir a un menor de 13 años con propósitos indecentes, y antes de comenzar a cumplir la condena de un año de cárcel, mató otro joven, guardó el cuerpo en el cuarto de baño y para su mayor satisfacción sexual lo mutiló y le pintó el cráneo con aerosol. En marzo de 1990 se trasladó a vivir a un deteriorado piso, en dónde adquirió una larga mesa y dos grifos de plástico para extender los cuerpos de sus víctimas. Allí tomaba fotos de sus amantes con una cámara Polaroid una vez muertos. Luego, congelaba los órganos, comía parte de la carne y hervía el resto en una enorme olla antes de echarlos en un gran contenedor de basura preparado con ácido. Normalmente, el caníbal rajaba los cuerpos desde el cuello hasta la ingle frotando las vísceras para procurarse un mayor placer sexual, pero llegó un momento en que este placer no era suficiente y con sus víctimas pensó en crear ´zombis´ o muertos en vida que pudiera conservar sin que se deteriorasen, agujereando los cráneos e inyectándoles un líquido. A veces se bañaba en compañía de los cadáveres. En la nevera guardaba los corazones, en el congelador las cabezas, en el fichero los cráneos y en la cama un cuerpo descompuesto. Así lo contaron los policías que registraron su casa horrorizados una vez que lograron arrestarlo el 23 de julio tras la denuncia de otra víctima que logró fugarse de su casa. El joven, atado con unas esposas, había alertado a la policía diciendo que un hombre con un cuchillo le había amenazado con arrancarle y comerle el corazón. Cuando la última víctima escapó de su apartamento en medio de la agresión, el asesino aguardó tranquilamente a que llegara la policía y no hizo ningún esfuerzo por destruir u ocultar la gran cantidad de pruebas que guardaba en su domicilio: centenares de fotografías de sus víctimas tanto muertas como vivas, cráneos y partes del cuerpo en bidones, cajas y en el congelador. Según su abogado, si no se había resistido es porque deseaba terminar con todo aquello. Deseaba ofrecer a la policía una declaración completa de lo que había hecho, puesto que no podía culpar a nadie salvo a él mismo. Según Park Dietz, psiquiatra forense que actuó como consultor en el estudio sobre asesinos en serie del FBI, Dahmer encaja perfectamente en la subcategoría que se denomina ´marginal´: una persona propensa a la furia asesina si cree que está siendo abandonada, con una perversión capaz de realizar actos sexuales con la víctima una vez muerta. El desorden de esta personalidad marginal está marcada por el miedo al abandono y la incapacidad de tolerar el aislamiento o el aburrimiento. Una teoría habitual es que puede relacionarse con abusos en la infancia. La gente que teme el abandono puede sentirse ultrajada cuando alguien que desean que se quede va a marcharse. En este sentido, el asesino en serie normal llega a serlo por su carácter antisocial o por tener fallos de carácter y también a través de desviaciones sexuales, normalmente sádicas y necrofílicas. Muchos niños que no reciben la atención que ansían en casa, la buscan en la escuela. Dahmer lo hizo con sus extravagancias y su comportamiento muchas veces cómico, pero terminó siendo marginado. No sólo se sintió fracasado en su casa, también en la escuela, en la Universidad y en el Ejército. Era evitado y humillado, puesto de lado. Eso debió dejarle con una terrible sensación de angustia y desamparo. Por ese motivo proyectó sus sentimientos sobre sus víctimas. Las humillaba, las descuartizaba y luego las dejaba de lado también. El juicio comenzó el 27 de enero de 1992. Desde el principio quedó claro que le impulsaba un trastorno mental, a pesar de que él hacía todo lo posible por disimular su trastorno. Dahmer se mostró tan sincero y cooperador como muchos otros asesinos en serie, sin embargo ni él mismo podía entender cómo había sido capaz de cometer todas aquellas atrocidades. Todos los presentes pudieron darse cuenta de hasta qué punto sus compulsiones y fantasías se habían apoderado de su mente, empujándole a seguir asesinato tras asesinato. Después del veredicto habló por primera vez al tribunal diciendo ´Señor juez, todo ha terminado. Me siento muy mal por lo que hice a esas pobres familia y comprendo su merecido odio. Asumo toda la culpa por lo que hice. He hecho daño a mi madre, a mi padre y a mi madrastra, pero les quiero mucho.´ El Carnicero de Milwaukee fue sentenciado a un mínimo de 900 años, pero murió en la cárcel en 1994 asesinado a golpes por un recluso. Tras la noticia, los padres de Dahmer se pelearon por la posesión de su cerebro llegando incluso a enfrentarse ante los tribunales. La madre deseaba vendérselo a un hospital de investigación mental, mientras que el padre sólo deseaba enterrarlo lejos de todo el mundo y de su memoria. También los parientes de sus víctimas, representados por un abogado, consiguieron hacer negocio con los utensilios utilizados por el asesino para trocear y desangrar. Su nevera se subastó públicamente, al igual que todo tipo de cuchillos, sierras, picadoras y taladros. Un grupo de ciudadanos de Milwaukee compró el lote completo con intención de montar un ´museo de los horrores´ para la atracción de los turistas, pero al final no se atrevieron a llevar a cabo el proyecto y destruyeron el macabro legado del caníbal.

Biografias de asesinos seriales

LA FAMILIA DE SAWNEY BEANE

Sawney Beane nació en una familia granjera a las afueras de Edimburgo, cerca de la costa oeste de Escocia, en algún momento a finales del XVI. Acompañado de su mujer, abandona el hogar siendo muy joven, e inician un viaje hacia el lado opuesto del país. En mitad de la travesía deciden ocultarse en una profunda caverna. La entrada era una pequeña grieta a través de la cual se extendía una cueva de alrededor de una milla. Esta caverna le sirvió como hogar a los Beane durante los próximos veinticinco años. Al principio subsistían de las pertenencias que habían robado a los distintos viajantes que fueron asaltados y asesinados. Pero pronto sus necesidades iban a ser más exigentes. El incesto era una práctica habitual en la caverna, de tal forma que se mantenían relaciones entre hermanos, padres, madres e hijos... La necesidad de comida iba en aumento, pues la familia seguía creciendo. La solución a sus problemas, la seguían encontrando en los viajantes que asaltaban, pero ésta vez transportaban el cadáver a la caverna, donde era devorado. Se aficionaron a la carne humana. Durante 25 años estuvieron desapareciendo viajeros en las extensiones rocosas de Galloway; lo único que se encontraba de los desaparecidos eran restos, partes de los cuerpos halladas ocasionalmente en la costa, despojos que no solían consumir y arrojaban al mar. Estos restos humanos suscitaban las más diferentes teorías. Una de ellas era que los viajantes podrían estar siendo atacados por una manada de lobos; sin embargo, ésta hipótesis no se sostuvo durante mucho tiempo pues no sólo desaparecían individuos que viajaban solos, sino que también se echaron en falta a grupos, en ocasiones atacaban a grupos de cuatro, cinco e incluso seis personas si iban a pie, eso sí, nunca a mas de dos si iban a caballo. Eran muy cuidadosos asegurándose las posibles vías de escape y nunca dejaban a nadie con vida. Otra explicación, era más descabellada: podría ser que los terrenos rocosos estuvieran habitados por hombres lobo o demonios. Con el tiempo surgió otra hipótesis, alguno de los dueños de las posadas los debía ejecutar por las noches mientras dormían y enterrarlos en algún lugar aislado para no ser descubiertos. Esto ocasionó muchos juicios a inocentes que según la tradición de la época eran torturados hasta que se les arrancaba una confesión de culpabilidad y posteriormente eran ejecutados. Gran cantidad de posaderos inocentes fueron asesinados por este motivo y muchos otros abandonaron su trabajo por miedo a ser los siguientes. Esto ocasionó que la zona aún se volviese más desierta y el tránsito de mercaderes y viajeros descendiera. Una tarde, un grupo de 30 personas regresaban a casa tras haber pasado el día fuera cuando escucharon unos gritos delante de ellos. Al llegar al lugar del tumulto se encontraron con un hombre que se defendía pistola en mano contra una banda de atacantes de aspecto salvaje. Cerca de él yacía su mujer en el suelo, destripada, mientras algunos de los atacantes le arrancaban pedazos de carne y se la comían cruda. Las mujeres del clan la habían cortado el cuello y bebían su sangre. El hombre temeroso de caer su misma suerte se defendía desesperadamente con su pistola así como con su espada contra una "jauría" de entre 25 y 30 hombres del clan. Los viajeros, atónitos, no podían creer lo que veían. Al ser descubiertos, el clan de los Beane huyó hacia las colinas. Ya existían pruebas sobre las misteriosas desapariciones. La persona que aportó el testimonio sobre lo ocurrido fue el marido superviviente del ataque. La historia llegó a oídos del rey James I de Inglaterra, el cual decidió tomar serias medidas: envió a 400 soldados acompañados de perros de caza a la zona; los perros hallaron rápidamente la entrada de la caverna, el fuerte olor a carne les facilitó la búsqueda. Los soldados penetraron en la cueva siguiendo el pasadizo en forma de zigzag hasta llegar al hogar de los Beany. Allí encontraron a 48 personas: Beane y su mujer, sus 8 hijos, 6 hijas, 18 nietos y 14 nietas, fruto de los continuos incestos entre todos ellos. El lugar estaba lleno de brazos, piernas y demás miembros, amontonados unos sobre otros. Algunos trozos de carne habían sido salados, con intención de conservarlos para los siguientes meses. Tras ser descubiertos, el rey los calificó como bestias salvajes no merecedoras de juicio alguno. Tanto Sawney como los 26 hombres del clan fueron torturados y desmembrados en público. Todo el proceso fue contemplado por las mujeres, a quienes les esperaba la hoguera.

Biografias de asesinos seriales

Ed Gein


Su nombre real era Edward Theodore Gein. Nació en 1906, en Plainfield. A lo largo de su infancia, fue víctima de su perturbada madre. Mujer obsesionada por la religión, aborrece la sociedad y todo lo que la envuelve, para ella una sociedad llena de mentira y de pecado. Ella sentía asco por su marido, ya que representaba todo aquello que ella aborrecía. Un hombre detestable, aficionado a la bebida y a pegar a sus 2 hijos. Ed vivió su infancia en un ambiente represivo y prácticamente carecía de contacto con los chicos de su edad. Pronto se convertiría en un hombre solitario, excéntrico y tímido. A los 39 años sufrió la pérdida de su madre, y unos años antes la de su padre y hermano mayor. Ésta es la historia real que inspiró "Psicosis", "La Matanza de Texas" y "El silencio de los corderos". El 8 de Diciembre de 1954, un granjero entró en "la taberna de los Hogan" y descubrió un gran reguero de sangre que cubría las tablas de madera del suelo. La propietaria Mary Hogan, había desaparecido. Las investigaciones del sheriff no obtuvieron su fruto y el caso quedó archivado. Tres años más tarde, otro espantoso crimen tuvo lugar, Ed Gein asesinaba a la dueña de la ferretería, Bernice Worden, también se hallaron manchas de sangre y el cadáver había desaparecido. Pero ésta vez, se encontró una pista esclarecedora, la última venta fue anotada por Bernice en el libro de contabilidad a nombre de Ed Gein. Pronto fue arrestado, y se dirigieron a su casa para realizar el registro. Al abrir la puerta, se pudo ver el cuerpo de Bernice colgado de un gancho por el tobillo y con un alambre le habían sujetado el otro pie a una polea. Habían rajado el cuerpo desde el pecho hasta la base del abdomen, y las tripas brillaban como si las hubiesen lavado y limpiado. Por todas partes se veían montañas de basura y desperdicios, cajas de cartón, latas vacías, herramientas oxidadas, excrementos, revistas pornográficas, de terror y de anatomía humana, chicles pegados en las tazas y una dentadura sobre el mantel de la mesa. En la cocina, centro de los macabros acontecimientos, había varios cráneos esparcidos por el suelo, algunos servían de cuencos y otros yacían intactos. Una inspección más detenida reveló que una de las sillas de la cocina estaba hecha con piel humana, como las pantallas de las lámparas, las papeleras, las fundas de los cuchillos e incluso alguna prenda de vestir, como un chaleco o un cinturón formado con pezones humanos. Entre los más atroces descubrimientos, se encontraron unas cajas con los restos humanos pertenecientes a diferentes cuerpos sin identificar, el corazón y la cabeza amputada de Bernice Worden en una bolsa de plástico, una colección de nueve máscaras de piel humana con el pelo intacto, de las cuales, cuatro colgaban en la pared que rodeaba la cama de Gein. La única habitación de la casa que parecía normal era una sellada con tablones en la puerta y perfectamente ordenada... la de su madre. Desde que su madre muriera en 1945, doce años antes, la habitación había estado cerrada con clavos como un sepulcro. Ed explicó a la policía después de su detención que después de su fallecimiento, su madre se mantuvo en contacto con él durante más de un año, hablándole mientras se adormecía. Dijo que había sido en esa época cuando desarrolló su fascinación por la anatomía. Le fascinaban los reportajes sobre la operación de cambio de sexo y se planteó el convertirse él mismo en mujer. Gein declaró que tan sólo recordaba, muy confusamente, haber matado a Bernice Worden, y que los demás restos humanos que se habían hallado en la granja pertenecían a nueve cadáveres que había sacado del cementerio. Explicó que en los últimos años sentía de vez en cuando la necesidad de profanar tumbas. El 30 de Marzo de 1958 la casa de Gein fue arrestada, después de correrse el rumor de que estaba destinada a convertirse en una atracción para turistas como la Casa de los Horrores. De todas formas, su camioneta Ford sobrevivió y se vendió en una subasta pública para ser utilizada en ferias locales con un letrero que anunciaba: 'El coche de Ed Gein!' Vea el coche que transportó a los muertos de las tumbas Los médicos del hospital Central del Estado deciden que el asesino no está capacitado para ir a un juicio y es internado hasta los años 68, cuando después de un juicio que duraría una semana, se le declara culpable de dos asesinatos, pero al aducirse su locura, es de nuevo internado. Cuando los psiquiatras comenzaron a considerar las posibles razones de su comportamiento patológico, supusieron que se trataba de un caso de "Complejo de Edipo", que Gein estaba enamorado de su madre y que a raíz de su muerte se obsesionó en buscar a alguien que la sustituyera, pues se encontraron extraordinario parecido entre sus víctimas y su madre. De niño, buscaba el amor de su madre de manera obsesiva, que le era negado una y otra vez, fue así como en su mente se desarrolló una nueva personalidad, un Ed que odiaba a la mujer. Gein murió por insuficiencia respiratoria el 26 de Julio de 1984, tras décadas de reclusión en una unidad psiquiátrica, donde resultó ser un paciente modelo. En la actualidad, sus restos descansan en el cementerio de Plainfield, al lado de los de su madre. Murió por insuficiencia respiratoria.

Biografia de asesinos seriales

CHARLES MANSON


Charles Milles Manson nació en Cincinnati, Ohio (EEUU), el 12 de noviembre de 1934. Hijo ilegítimo de una joven adolescente de 17 años, Kathleer Maddox. Su verdadero padre es un misterio, a pesar de que su madre interpuso una demanda judicial para demostrar la paternidad de un hombre con el que convivio unos años, como dijo el mismo Manson su madre era una: "prostituta de diecisiete años". Su infancia transcurrió viajando de ciudad en ciudad hasta que a los 8 años su madre salió de prisión, donde cumplía una pena de cinco años por robo y agresión. Durante este tiempo convivió con su tía, una beata contraria a cualquier forma de placer, el cual consideraba pecaminoso. Vivió con su madre (alcohólica) unos años hasta que por medio de un robo reunió el dinero necesario para "independizarse", a los 14 años fue detenido por primera vez y a partir de este momento su vida transcurrió entre fugas e ingresos en prisión, por lo cual se podría decir que su formación fue la que recibió en centros penitenciarios con otros presos. Recién cumplida su mayoría de edad ya contaban entre sus hazañas el robo, una violación homosexual a un compañero, agresiones y varias fugas. En 1953 con 19 años se casa con una enfermera de 17 años, habiendo tenido hasta ese momento solo relaciones homosexuales, tuvo su primer hijo pero el matrimonio fracaso y se divorciaron en 1958. Un año después se caso con una prostituta para que no declarara contra él y de ese matrimonio nació su segundo hijo. Posteriormente ingreso en prisión donde comenzó a formarse en el esoterismo y paso a formar parte de la Iglesia de la Cienciología, todo esto desencadeno en que en 1967 cuando abandono la cárcel con 32 años llevase 17 años de su vida en la cárcel. Esta formación esotérica le llevo a contar con un grupo de seguidores "su familia", según su filosofía solo los que les siguiesen se salvarían del apocalipsis. Manson, que se autodenominaba Satán (además de Jesucristo, el Espíritu, el Anticristo y el Demonio), predicaba una curiosa doctrina, una mezcla de conceptos orientalistas y una reinterpretación de la Biblia. Hippies, drogas, sexo libre, rock...Aquello era demasiado para un tipo que había aprendido a base de abusos a manipular a la gente y a ser temido por sus enemigos. El bueno de Manson fue bien acogido en la comunidad alternativa californiana. Tanto que se fue a vivir con una bibliotecaria -y ecologista radical- llamada Mary Brunner. Al poco tiempo, el tipo que posteriormente se autoproclamaría Anticristo, metió en casa a una chica de 16 años que encontró en la calle. Esto no molestó a Mary, que creía firmemente en los principios Hyppies, dando lugar a lo que sería el germen de "La Familia", institución creada a la medida de Manson. Pronto comenzaron a recorrer toda la costa en un destartalado autobús escolar, predicando la palabra del ecologismo y el sexo libre, y captando la atención de numerosos seguidores. Eran ya una de las atracciones de Los Ángeles: ricos, famosos y celebridades recibían con los brazos abiertos a la comuna. Como Dennis Wilson, batería de los Beach Boys, que los alojó en su casa. Y fue Wilson el que desencadenaría la ira de Manson. El chico de la playa, le había presentado a un productor musical -hijo de Doris Day- que vivía en una lujosa mansión en la calle Cielo Drive 10500, lugar al que acudiría Manson cada dos por tres para convencerle de que le produjera un disco. Ver cómo meses depués los Beach Boys sacaban el álbum 20/20 con la canción "Never learn not to love" -calco de un tema compuesto por Manson- tuvo que ser suficiente para que el líder de La Familia gritara "¡¡Cerdos!!". Nunca pudo probarse que matará a nadie él mismo, pero ordenó varios asesinatos. En ese periodo, Bobby Beausoleil -miembro de la familia- se pelea con un traficante de mescalina llamado Gary Hinman. Manson, Beausoleil y Susan Atkins no dudan en presentarse en casa de Hinman para pedirle dinero. El tipo se niega, así que Manson le corta una oreja y se va de la casa diciendo a sus seguidores que hagan con él lo que quieran. Y vaya si lo hicieron. O eso parece por el estado en el que quedó el cadáver del traficante. Este no era el primer delito de sangre cometido por La Familia, aunque sí el más grave. La detención de B. Beausoleil por el asesinato de Hinman a los pocos días de producirse, provoca que Manson busque un nuevo refugio para sus "hijos". Nada mejor que una granja abandonada, en el desértico Valle de la Muerte. Allí la familia se prepara para lo que Manson denomina el Helter Skelter: el fin del mundo en el que los negros se levantarán en armas para dominar a los blancos...una teoría que Manson refuerza basándose en signos que sólo él percibe, como las advertencias incluídas a este respecto el White Álbum de Los Beatles. El viernes 8 de agosto de 1969 Manson ordenó la ejecución de todas las personas que se encontrasen en el 10050 de Cielo Drivey para ellos envió a Susan Atkins, Patricia Krenwinkel y Leslie Van Houten -acompañadas por Tex Watson, miembros de su familia. La vivienda por aquel entonces de Roman Polanski, entre las personas asesinadas se encontraba la esposa de este, Sharon Tate, que se encontraba embarazada de 8 meses, el matrimonio Jay y Gibby Folger, y Wojtek Frykowski. Las mujeres de Mason mataron salvajemente a Sharon Tate cortándole sus pechos y muriendo desangrada. En una de las paredes se podía leer escrito con sangre humana ¡Cerdos!!". Al día siguiente, Manson organiza el asesinato del matrimonio La Bianca para extender el rumor de que ha comenzado una cacería por parte de negros radicales. Esta vez sí acude con el grupo, pero da instrucciones y se marcha antes de que empiece el espectáculo. Pocos días después detienen a S. Atkins acusada de participar en la muerte del traficante de mescalina. En prisión, habla largo y tendido sobre su maravilloso líder y sus aventuras con La Familia. La poli detiene a Manson el 12 de octubre del 69 junto a otros miembros del clan.

Biografias de asesinos seriales

PAUL BERNARDO Y KARLA HOMOLKA.



Ella era radiante y hermosamente rubia. Él era un adorable y guapo chico con una carrera brillante por delante. Karla y Paul Teale eran conocidos como Barbie y Ken por sus amistades vecinales - pero a diferencia de sus muñecos símiles, tras sus sonrisas se escondían un par de sádicos carniceros acusados de 43 ataques sexuales y una larga lista de sádicos asesinatos. Las mentes retorcidas de los Teales filmaban a sus víctimas siendo torturadas, violadas y descuartizadas. Gustaban de capturar los agonizantes gritos de sus jóvenes víctimas para satisfacer su siniestra lujuria. Los Teales fueron: Juzgados por los sadísticos crímenes de dos jóvenes adolescentes, sospechosos del asesinato en Navidad de la hermana de Karla, Tammy de 15 años de edad. Implicados en la desaparición de muchas jovencitas. Paul Teale, de 26 años de edad, se cree responsable de más de 43 asaltos sexuales durante recorridos nocturnos en los alrededores de la comunidad canadiense de St. Catherine, cerca de las Cataratas del Niágara. Su reinado de terror pudo haber pasado desapercibido, hasta que Paul tuvo una pelea en la que golpeó a Karla con una linterna. Ella asustada llamó a la policía hacia su mundo color de rosa, en su aseado hogar de los suburbios y rompió en declaraciones frente a los incrédulos oficiales, contando el sórdido pasado con su pareja. Reveló como su víctima adolescente Kristen French, de tan solo 15 años de edad, fue expuesta al infierno durante 13 días, en los cuales fue violada y torturada en repetidas ocasiones hasta que encontró la muerte. Su cuerpo desnudo fue descubierto en un camino vecinal solitario dos semanas después de desaparecer camino a su escuela. Diez meses antes, el cuerpo de Leslie Mahaffy de 14 años de edad había sido recuperado de las profundidades de un lago, el mismo día en que los Teales contrajeron nupcias en junio de 1991. La joven asesinada había sido cortada en pedazos. Algunos videocasetes fueron recuperados del hogar de los Teales en donde se mostraba a Karla en una orgía sexual de lesbianismo. "No hay sentencia que pueda imponer y sea adecuada para reflejar la repulsión que la comunidad siente por las muertes de dos jóvenes chicas que vivieron sus vidas sin ningún reproche a los ojos de la comunidad", dijo el juez Kovacs con un semblante desencajado ante una Karla Teale vestida en forma glamurosa. Los angustiados padres de las chicas asesinadas lloraban y se consolaban unos a otros en la corte mientras se revelaba las terroríficas horas finales de sus hijas. La madre de Leslie, Debbi Mahaffy, quebró su voz mientras hablaba en el tribunal "No quiero volver a ver otra imagen de los restos del cuerpo de mi hija en una bolsa. Cada vez que escucho la historia siento que mi hija muere de nuevo. Esto es una experiencia muy dolorosa y difícil. Fue muy difícil venir a la corte en el cumpleaños de Leslie, hoy cumpliría 17 años." Las declaraciones habían logrado penetrar en la médula de los horrorizados habitantes de la comunidad de St Catherine. La aparentemente perfecta pareja se había conocido en octubre de 1987, cuando Karla tenía 17 años y Paul era una pasante de contador de tan solo 23 años. Karla, hija de padres checoslovacos refugiados, había sido un modelo a seguir en la Sir Winston Churchill School en donde incluso se asoció a una sociedad secreta de mujeres - El club del diamante - advocada a conseguir maridos ricos. Deslumbrada con regalos, cenas románticas con velas, se rindió ante los encantos de guapo Paul. Luciendo un anillo de diamantes de compromiso, Karla le enseñaba la fotografía de Paul a sus amigos cada vez que le preguntaban por él. Su boda fue ejemplar. La pareja llegó en una carroza jalada por hermosos caballos. En la recepción se sirvió Champagne y faisán, y la luna de miel se realizó en Hawái. "Son la fotografía de una pareja perfecta. Lucen fabulosos", comentó uno de los invitados. Pero las fricciones comenzaron pronto en el matrimonio. Paul se vió envuelto en varias peleas y adquirió una reputación de tener un temperamento muy explosivo. Entonces, en enero, la policía llegó a su casa después de que Paul atacara a Karla. Un detective veterano reveló. "Ella mencionó que había muchas cosas que desconocíamos. Karla había sido atacada en ocasiones anteriores por su esposo y tenía mucho miedo de él. También mostraba signos de culpabilidad y arrepentimiento. Cuando comenzó a hablar, no podíamos creer lo que estábamos escuchando. La información que nos proporcionó era suficiente para obtener una orden de careo. Videos y otra evidencia mostraban a Karla Teale envuelta e implicaban seriamente a su esposo. Karla Teale nos llevó a creer que ella había sido forzada a participar en los asesinatos en un complot por parte de su esposo y que era totalmente manipulada por Paul. nos contó sobre sus bizarras impulsos sexuales que los llevaban hacia unos impulsos incontenibles por matar". Mientras Paul esperaba su juicio, Karla había comenzado su sentencia mientras consagraba lo que el abogado de su esposo llamó, "un pacto con el diablo" para revelar todo lo que ella sabía acerca de los asesinatos. Se reabrieron los archivos de la muerte de Karla, Tammy, que murió a la edad de 15 años en la navidad de 1990, en la casa de la familia. Misteriosamente se encontró con la muerte ahogada en su propio vomito. "Existen muchos más secretos que faltan por emerger", dijo un detective. "Paul and Karla Teale envolvían la misma esencia del mal". Ella pudo haber hecho cualquier cosa con su vida, pero lo tiró todo a la basura. Cuando los mirabas, era imposible pensar que ellos podrían llevar a cabo los crímenes que se les atribuían. Toronto. Canadá. La destrucción de las cintas de video que recogían las torturas y violaciones de dos adolescentes antes de ser asesinadas por un joven matrimonio cierra uno de los capítulos más dramáticos de la historia criminal de Canadá. Las cintas de video captaban todos los macabros detalles de las torturas y violaciones sufridas por Leslie Mahaffy y Kristen French (de 14 y 15 años, respectivamente) en 1991 y 1992, antes de ser asesinadas a manos del matrimonio formado por Paul Bernardo y Karla Homolka. Las familias de las dos jóvenes salvajemente asesinadas lucharon durante años por la destrucción de las cintas de video y otro material gráfico ante el temor de que en algún momento su contenido fuese difundido a pesar de las órdenes judiciales en contra. Sus temores tenían un sólido fundamento. El escritor Stephen Williams, autor de "Invisible Darkness" ("Oscuridad invisible") -libro que describe los crímenes de Bernardo y Homolka- fue denunciado en 2000 porque la fiscalía consideró que algunos de los pasajes de su libro mostraban que el autor había visto las macabras cintas de video. Aunque la fiscalía retiró los cargos contra Williams para evitar un juicio en el que las cintas de video habrían sido la prueba fundamental, lo que habría causado a las familias de las jóvenes asesinadas nuevas "angustias", el caso demostró que en algún momento las imágenes serían públicas. Finalmente, el jueves, en el más absoluto secreto y en presencia de 20 testigos -todos abogados, policías y familiares de las asesinadas- las cintas de video, fotografías y otras pruebas del caso fueron incineradas una por una. Entre los objetos destruidos se encontraban las sogas utilizadas por Bernardo y Homolka para maniatar a sus víctimas, un arcón al que estuvo amarrada Kristen antes de ser estrangulada, muestras de tejido humano y bloques de cemento en los que se encontraron partes del cuerpo de Leslie. Las autoridades también hicieron desaparecer las fotografías de las autopsias, imágenes policiales de las escenas del crimen, la escalera de madera que conducía al sótano donde las jóvenes fueron retenidas y la sierra circular utilizada para desmembrar a las víctimas. Una macabra lista que ha perseguido a los padres de Leslie y Kristen desde que en 1995 Bernardo fue condenado a cadena perpetua mientras que su mujer, Karla Homolka, obtuvo una controvertida sentencia de 12 años en prisión a cambio de testificar detalles de los crímenes contra su ya ex marido. "La existencia de esos videos siempre amenazó con desenterrar a Leslie. Sentía que ella sería molestada una y otra vez y siempre sentí que ella nunca podría descansar en paz eterna", declaró Deborah Mahaffy, madre de Leslie, tras la destrucción de las cintas. "Alivio no es la palabra adecuada -continuó Mahaffy- para describir los sentimientos ahora que han desaparecido. No hay palabras para describir lo que sentimos". Por su parte, Donna French, la madre de Kristen, explicó que ahora sentía una paz que no había experimentado desde que su hija desapareció en abril de 1992. "Fue algo casi irreal porque hemos esperado esto tanto tiempo. No podía creerme lo que realmente estaba pasando hasta que vi por mi misma que estaban siendo destruidas", dijo French. "Sigo pensando que era una de las últimas cosas que podía hacer por Kristen y espero que ahora ella pueda descansar en paz", añadió la madre de la víctima. Entre 1991 y 1992, Bernardo y su esposa, Karla Homolka, entonces dos jóvenes recién casados de la localidad de St. Catharines -en el sur de Ontario-, secuestraron a las jóvenes y las sometieron a sesiones de extrema violencia y sexo antes de matarlas. El perfil de los dos asesinos aumentó la repulsión de la sociedad canadiense por sus crímenes una vez que se conocieron los detalles de las muertes de las dos jóvenes. Paul era un joven atractivo y popular que nunca había tenido problemas para mantener relaciones con mujeres y que trabajaba desde 1990 para una empresa de Toronto especializada en prendas de vestir, mientras que Karla, de 23 años, era una ayudante veterinaria, rubia y simpática.

Biografias de asesinios seriales

TED BUNDY



'...Nosotros los asesinos seriales somos sus hijos, somos sus esposos, estamos en todas partes. Y habrá más de sus niños muertos mañana.' Ted Bundy Theodore Robert Cowell nació el 24 de Noviembre de 1946 su madre fue Louise Cowell y su padre un veterano de la fuerza aérea cuya identidad permaneció desconocida para Bundy durante toda su vida. Tras el nacimiento de Ted, Louise se va a vivir con sus papas y al paso del tiempo se le hace creer al niño que sus abuelos son sus padres y que su madre biológica es su hermana mayor, esto con el objetivo de proteger a la joven mujer de las acidas críticas de la sociedad en contra de las madres solteras. Esto a la postre resultó negativo para Bundy, ya que en algún momento de su vida se iba a enterar del engaño. A la edad de 4 años Bundy y su madre se mueven a Tacoma Washington a vivir con otros parientes y ahí la madre se enamora de un cocinero de la ciudad llamado Johnnie Culpepper Bundy y en Mayo de 1951 la pareja finalmente se casa. De ese modo Ted asume el apellido Bundy que conservaría toda la vida. El nuevo matrimonio fructificó con 4 hermanos mas para Bundy y a pesar de que Johnnie trataba de formar un lazo afectivo de padre a hijo con Ted incluyéndolo en todas las actividades familiares, este no se pudo solidificar nunca. Conforme pasaba el tiempo Ted se sentía más incómodo de la situación. Cada vez se fue haciendo más solitario y los expertos opinan que la incapacidad de Bundy para socializar y edificar lazos afectivos con las personas viene de estos primeros episodios familiares. Sin embargo esta condición psicológica es perfectamente típica de los asesinos seriales. De acuerdo a los autores Michaud & Aynesworth la infancia de Bundy fue caracterizada por ser 'diferente' cosa que entre la niñez no es bien vista, teniendo que soportar toda clase de bromas de los más pesados compañeros de su escuela, la Woodrow Wilson High School donde si bien no era el más brillante alumno, pudo sacar muy bien sus calificaciones. En el libro 'Ted Bundy: Conversations with a Killer' establecen que el joven Bundy era incapaz de relacionarse satisfactoriamente con los demás. Que no entendía la necesidad de la gente por hacerse de amigos, de dejarse estimar. En realidad por alguna barrera psicológica ya infranqueable, no le interesaba formar lazos de amistad con otras personas. Actuaba como el resto, pero en el fondo dudaba. En la educación media superior Bundy se convirtió en un sujeto dinámico y popular. Sus calificaciones eran buenas y todo marchaba más o menos bien, aunque no salía mucho con mujeres se le consideraba un sujeto atractivo y de excelentes maneras. Sus intereses giraban completamente en las actividades extracurriculares, como el esquiar y la política, que le provocaba apasionamientos y alguna vez en su vida estuvo involucrado en ella. De esta época se insiste que comenzó su carrera criminal empezando por lo pequeño: robos aquí y allá en tiendas, estafas de poca importancia, voyeurismo, etc. Pero para un criminal serial, por algo se empieza. Al paso del tiempo la personalidad de Bundy iría de ser tímido y reservado a ser un sujeto más dueño de sí mismo y dominante. A la par de esta evolución en su trato, irían in crescendo las manifestaciones sociópatas como el robo a casa habitación y el allanamiento de morada. Sabemos que un criminal serial es por definición manipulador y mentiroso. La gente de su círculo cercano jamás tuvo oportunidad de interpretar todas las señales que emitía Bundy. Fue a clases a la universidad de Washington y a la Puget Sound y era aplicado en sus estudios y grados. En el plano laboral, tomaba empleos de bajo nivel pero no perduraba mucho en ellos. Y sus empleadores lo recuerdan como alguien poco confiable. Cosa que es usual de los criminales seriales: el mantener escaso control y disciplina en sus empleos. Es en la primavera de 1967 que entabla la relación amorosa con una chica que cambiaría su vida entera. La muchacha, californiana ella era el sueño hecho realidad que Bundy había imaginado toda su vida; inteligente, hermosa, sofisticada y de buena familia ¿qué más podía pedir? Sin embargo aunque la muchacha lo amaba, no era este amor de la misma magnitud que el de él hacia ella. En 1969 año que se gradúa la muchacha decide terminar la relación con Bundy puesto que veía enormes huecos en su personalidad, principalmente la falta de dirección y objetivos claros en su vida. Al cabo una mujer práctica e inteligente desechó a este pretendiente de su lista de prospectos. Ted nunca se recuperaría del cortón, aquella muchacha se convirtió en toda una obsesión e intentaría seguir en contacto con ella escribiéndole cartas, aunque ella no cambiaba de decisión, por el momento... Por la ruptura anterior Bundy había dejado los estudios, pero de alguna manera rehízo sus asuntos y se reinscribió en la universidad de Washington esta vez en la carrera de psicología. En dicha materia era brillante y tenido en buena estima por sus profesores. En esta época inicia un romance con (seudónimo) Elizabeth Kendall que duraría aproximadamente 5 años. Ella venía de un reciente divorcio y tenía una pequeña hija y veía a Ted como un excelente partido. A pesar de que conocía que él no la amaba tanto y de que ante la idea del matrimonio el externo su negativa -pues aún tenía muchas cosas por lograr antes de casarse- y aparte de todo que sospechaba que mantenía relaciones con otras mujeres, guardaba la esperanza de que cambiaría para bien y que finalmente sentaría cabeza al lado de ella y su hija. Pero nada de esto iba a ocurrir, Elizabeth Kendall desconocía de la pasada relación de Bundy con la californiana y que aún mantenían comunicación entre ellos. Del 69 al 72 todo iba en la dirección deseada, Bundy enviaba solicitudes de admisión a varias escuelas de derecho y estaba involucrado en actividades comunitarias y hasta obtuvo una condecoración de la policía de Seattle por salvar a un pequeño de 3 años de morir ahogado. Estaba involucrado con figuras importantes del partido republicano y es en un viaje de trabajo a California en 1973 que se reencuentra con su antigua novia. Al verlo queda impresionada por el enorme cambio experimentado por Bundy, y el tema del matrimonio salió a flote en varias de los encuentros amorosos que ambos sostuvieron en el verano e invierno. Ante estos cortejos la chica cayó de nuevo enamorada de Ted Bundy pero repentinamente este dio el cortón. Para Febrero de 1974 se consuma la venganza no devolviéndole ninguna llamada más a la muchacha. De hecho ella jamás volvió a saber nada de Bundy, y comienza el killing spree de la infamia: la mayoría de las víctimas de Bundy serían en lo sucesivo mujeres atractivas, blancas, de cabello negro lacio y peinado por la mitad. A pesar de que varios expertos piensan que Ted Bundy debió comenzar a asesinar desde la adolescencia, pues se especula que la desaparición en Tacoma Washington de Ann Marie Burr (8 años) pudo estar relacionada con Bundy que en ese entonces tenía 15 años, se consideran sus primeros crímenes confirmados aquellos desde el año de 1974 ya de 27 años en adelante. El 4 de Enero de 1974 entra Bundy al cuarto de Joni Lenz de 18 años estudiante de universidad y la golpea con una palanca metálica inclusive remueve una pieza de la cama de la víctima y la agrede sexualmente con la misma. Al día siguiente la mujer es encontrada en un charco de su propia sangre. Sobrevive pero con daño cerebral permanente. La siguiente fue Lynda Ann Healy 21 años, estudiante de psicología en la Universidad de Washington. El 31 de Enero de 1974 Bundy logró colarse a su dormitorio y la golpeo dejándola inconsciente. La vistió con unos jeans y una playera para luego envolverla en una sabana. Sus restos decapitados fueron hallados un año después en las montañas cercanas. La noche de su desaparición sus vecinos de cuarto nada pudieron escuchar así que nadie notó la ausencia de la muchacha hasta el día siguiente que sonó el despertador y el teléfono. Finalmente los padres se preocuparon ante la ausencia de Lynda pero la policía no fue capaz de establecer que algún grave crimen hubiera sido cometido así que no se tomaron mayores muestras ni estudios del escenario del crimen. Durante la primavera y verano de ese año, bajo similares circunstancias seguían desapareciendo jovencitas universitarias todas ellas mujeres hermosas, de cabello a los hombros lacio y de color oscuro. Igualmente su desaparición era descubierta por las mañanas cuando se ausentaban de sus labores ordinarias. Al menos 8 víctimas se contabilizaron hasta que Bundy atacó a plena luz del día. Mientras tanto la policía comenzó la investigación y los testimonios apuntaban hacia un hombre a quien se identificaba por 'Ted' que solicitaba la ayuda de jovencitas que veía pasar. Se le veía en apuros cargando libros pues traía un brazo enyesado o con un cabestrillo. Otras veces también se le vio en problemas para echar a andar su viejo VW. En otras ocasiones fue visto merodear el sitio donde habían desaparecido dos muchachas, así que la policía ya tenía varias pistas de quien podría ser el responsable de los crímenes. En Agosto de 1974 en el parque del lago Sammamish, fueron hallados los restos de dos muchachas desaparecidas en Julio pasado. Fue notable el hecho de que fueran identificadas las victimas por la escasez de pistas: mechones de cabello de diferentes colores, una quijada, dos cráneos y cinco huesos de pierna fue todo lo rescatado del parque. Se concluyó que dichos restos pertenecieron a Janice Ott y Denise Naslund, ambas desaparecidas a plena luz del día el 14 de Julio. Los últimos en ver con vida a Janice Ott fue una pareja que vieron a un hombre platicar con la muchacha, de lo cual escucharon que el sujeto, por cierto bien parecido, necesitaba ayuda para cargar su bote al carro pues tenía un brazo enyesado a lo cual la mujer accedió sin ningún problema. Denise Naslund pasaba el día con su novio y amistades cuando fue al baño del parque para no regresar jamás. Igual se apareció un hombre solicitando ayuda a un par de mujeres para cargar su bote al auto, pero estas dijeron que no podían ayudarlo, caso contrario a Naslund que no podía negarse a ayudar a un hombre con un brazo enyesado. Fue este gesto de amabilidad el que le costó la vida a la muchacha. Bundy contaba con una ventaja sobre la policía y era que su aspecto podía cambiar enormemente con solo ajustar el estilo de peinado y por dejarse o rasurarse la barba. Sus rasgos físicos lo hacían un hombre bien parecido pero que no llamaba demasiado la atención por lo que era muy difícil seguirle la pista. Así fue que cambió de residencia para seguir matando y se fue al estado de Utah, en ese lugar se despachó a la hija del sheriff local, Melissa Smith el 18 de Octubre de 1974 y días después a Laura Aimee cuyo cuerpo fue localizado en las montañas Wasatch. El cuerpo mostraba huellas de haber sido golpeado en la cabeza con la clásica cuña de metal, había sido violado y sodomizado. La policía estableció que había sido asesinada en otra parte puesto que no había señales de sangre de la víctima en lugar del hallazgo. La policía del estado comenzó una frenética búsqueda del asesino, pero la similitud en el modus operandi los hizo contactar a los oficiales de Washington con quienes conjuntamente acumularon evidencias hasta publicar un sketch con la probable apariencia del asesino. Gracias al retrato hablado sobre el asesino, una amiga cercana de Elizabeth Kendall identifica al probable asesino como Ted Bundy de quien tenía muy mala impresión, pero dejando de lado eso simplemente el parecido era innegable y así se lo hizo saber a su amiga, que irónicamente estaba al tanto de los crímenes y escribía regularmente reportes acerca del asunto. De hecho Kendall se llegó a convencer de que su novio podía ser el asesino pues muchas claves apuntaban directamente hacia él. El parecido de Ted con el sketch de la policía, el hecho de que manejaba un VW sedan como el asesino y que había visto en su departamento muletas a pesar de que él no se había lastimado nunca. Dada la situación, llamó de manera anónima a la policía sugiriendo que su actual novio pudiera tener algo que ver en las muertes y a pesar de que facilitó fotos recientes de Bundy a la policía, los testigos fallaron al tratar de hacer la correspondiente identificación. La policía desechó esa pista para enfocarse en otros reportes. Y la atención hacia Ted Bundy se disipó hasta algunos años después. Mientras tanto el asesino se confiaba mas y mas en su estrategia de pasarse de un estado a otro para evitar que la policía descubriera alguno de sus patrones y así sus intentos y avances eran cada vez mas burdos y arriesgados al grado de que las victimas no caían ya tan fácil, convirtiéndose algunas de ellas en útiles testigos que más tarde harían posible la captura de Bundy. El 8 de Noviembre de 1974 el caso dio un giro de 180 grados cuando Bundy deja escapar con vida a Carol DaRonch. Los hechos fueron así: merodeando una tienda de libros, Bundy elige como víctima a la chica de 18 años y con engaños se hace pasar por un oficial de la policía de apellido Roseland y le avienta el rollo de que alguien trató de robarse el automóvil de la chica. A fuerza de insistir logra hacerla que suba a su carro y al poco de conducir -en la dirección opuesta a la estación de policía- comienza el forcejeo entre ambos. Bundy la amenaza con una pistola y la cuña de metal. Al tratar de esposarla, falla y ella lucha por su vida. Sale del carro y a pesar de que este continúa con el ataque, ella se defiende logrando golpearlo en los genitales. De esta manera gana preciosos instantes para escapar. Afortunadamente una pareja que manejaba por el lugar alcanza a darse cuenta de la situación y la chica logra entrar al carro de ellos. Inmediatamente la llevan a la estación de la policía. La chica está en plena crisis nerviosa. Pero ese no fue el único intento que Bundy efectuaría ese día, aventándose otro más en una escuela del lugar, donde molestó constantemente a la directora del mismo, lo bueno que la mujer nunca prestó atención al sujeto por estar sumamente ocupada en sus asuntos, pero le pareció muy extraño verlo merodeando el lugar. De todos modos Debby Kent halló la muerte a manos de Ted Bundy esa noche, la muchacha había quedado de pasar por su hermano al boliche y regresar por sus papas al auditorio de la escuela, pero ni siquiera llegó al carro que permaneció en el estacionamiento sin cambio alguno. La única pista encontrada fue una pequeña llave de esposas que concordó a la perfección con las esposas usadas en el intento de secuestro de la señorita DaRonch. El círculo sobre Bundy se cerraba cada vez más. El 16 de Agosto de 1975 el VW sedán de Bundy es identificado con el implicado en el secuestro de DaRonch. Tras una semana de juicio por secuestro, Ted Bundy es sentenciado a una pena de 15 años el 1 de Marzo de 1976 en la prisión estatal de Utah Colorado. Las autoridades investigan el resto de los crímenes del indiciado. Las pruebas contra Bundy eran ya inobjetables; se le detuvo debido a que los oficiales de camino en cada condado son conocedores de todos los vecinos y ponen mucha atención en los carros que no conocen. Como existía el antecedente de un VW sedan implicado en un secuestro, fue cuestión de no mucho tiempo para que se le detuviera. En las primeras inspecciones fueron hallados la palanca de metal (arma predilecta del Bundy), esposas, cinta y otros objetos que hicieron sospechar inmediatamente del detenido. La evidencia hallada fue ligada paulatinamente a la desaparición de otras mujeres (Melissa Smith, Laura Aime y Debby Kent) y gracias a la colaboración de la directora del 'play' de la escuela que merodeaba Bundy y de Carol DaRonch la identificación de Bundy fue corroborada policialmente. La policía supo que tenía en su poder al sujeto indicado y comenzó la investigación a gran escala del hombre que ahora sabían era Theodore Robert Bundy. El otoño de 1975 la policía profundiza en la vida de Bundy mediante las declaraciones de Elizabeth Kendall, quien acude a los interrogatorios afectada y nerviosa pero aporta valiosos datos que van componiendo el rompecabezas de la existencia de su peculiar novio. Relata que los días de los asesinatos no podía determinar donde había estado su novio, no con ella por lo menos. De hecho Bundy tenía por costumbre dormir mas durante el día y las noches aprovechaba para salir. Otro dato revelador es que hacía un año este había hecho un viaje al lago Sammamish para esquiar, justo por los días en que habían desaparecido las señoritas Ott y Naslund. En cuanto a la vida sexual de la pareja, Kendall narra que Bundy era afecto al sadomasoquismo y cuando ella decidió no participar más de ello, se había puesto triste y había perdido mucho del interés hacia ella. En las siguientes sesiones le contó a la policía que notó desde los primeros días de su noviazgo que Bundy guardaba en su habitación yeso y vendas y que hasta lo que recordaba nunca se había roto ningún hueso del cuerpo. Igualmente Bundy pasaba tiempo en las montañas Taylor lugar donde varios cuerpos habían sido hallados. Una vez descubrió debajo del asiento del carro un hacha y así por el estilo detalles que se convertían en evidencia crítica. El siguiente paso fue conocer de la anterior relación de Bundy con la muchacha californiana a quien contactaron para enterarse de cómo Ted había roto relaciones de la manera más abrupta y fría. Para colmo Bundy había cargado combustible empleando tarjetas de crédito por lo que el rastreo de sitios donde había pasado lo incriminaba más y más. El 23 de Febrero de 1976 comienza el juicio contra Ted Bundy por secuestro agravado. El acusado llega a la sala confiado y dueño de sí mismo pensando que no había suficiente evidencia en contra suya. No previó el impacto que tuvo la declaración de Carol DaRonch a quien el fiscal pide identificar al hombre que la atacó. Sin dudarlo un segundo señala directamente a Bundy a la vez que estalla en llanto. El jurado al voltear para ver la reacción de Bundy lo miran clavando una helada e impasible mirada a la testigo. En su defensa diría que ni siquiera conocía a la chica, pero tampoco tenía alguna coartada del día de los hechos. Al juez le tomó el fin de semana revisar a fondo el caso y el acusado fue sentenciado el 30 de Junio a una cadena de 15 años con posibilidad de libertad condicional. En la prisión se le efectuaron las pruebas psicológicas que el juez había ordenado y los doctores determinaron que Bundy ni estaba psicótico, sexualmente desviado, ni dependiente de drogas y alcohol o que sufriera de algún daño cerebral. Pero si tenía una fuerte dependencia a las mujeres y tenía un gran temor de 'ser humillado en sus relaciones con ellas'... Estando preso en Utah, se preparaban mas procesos contra Bundy, sus problemas legales apenas comenzaban. Las pruebas periciales al VW sedan de Bundy habían tomado un poco de tiempo pero las muestras de cabello tomadas coincidían con las de Melissa Smith y de Caryn Campbell y exámenes posteriores revelaron que las marcas de las lesiones craneales podían haber sido causadas por la palanca hallada un año antes en el carro de Bundy. Entonces la policía de Colorado levanta el cargo de asesinato el 22 de Octubre de 1976. En Abril de 1977 Bundy es trasladado a la cárcel del condado Garfield para encarar este nuevo proceso. Durante los preparativos del juicio Bundy decide defenderse asimismo ante la supuesta incapacidad de sus abogados a quienes despide. Con tanto trabajo ante sí, se le permite visitar la biblioteca de la corte de Aspen. Nadie imaginaba que la verdadera estrategia era intentar escapar. Aprovechando el hecho de que no entraba a la biblioteca esposado o encadenado en una de las frecuentes visitas al lugar, Bundy logra escapar por una ventana pero al caer se lastima un tobillo, situación por la cual no puede escapar tan lejos como pretendía. La policía estableció un rápido cerco en la ciudad y se emprendió una búsqueda masiva inclusive empleando perros olfateadores. Mientras tanto el fugitivo vivía de robar aquí y allá la comida que necesitaba y pasaba el tiempo en los campamentos durmiendo inclusive en los campers abandonados. Con el mayor de los sigilos se movía pero no podía permanecer en Aspen así que cuando haya un VW con las llaves puestas lo roba, pero es capturado de nuevo cuando la policía lo identifica. Fueron varios días los que logró eludir a la policía. De ahí en adelante para visitar la biblioteca de la corte se le impone ir encadenado y esposado pero para alguien como Bundy, tan cínico y hedonista, esta forma de ser tratado no era la justa ni la merecida y siete meses después intenta escapar con gran éxito esta vez. El 30 de Diciembre trepa al techo de una de las secciones de la cárcel de ahí lograr acceder a otra parte del techo que desembocaba en el closet de un departamento vacío del penal. Espero hasta saber que nadie estaba y salió por la puerta delantera de uno de los departamentos de los custodios. Nadie se dio cuenta de la ausencia de Bundy hasta la mañana siguiente, 15 horas después de los hechos. Para ese momento ya iba camino a Chicago con destino a Florida. Para Enero de 1978 ya estaba instalado en un departamento de Tallahassee, lugar cercano a la Universidad Estatal de Florida. Disfrutando de nuevo la libertad y sabiéndose joven, inteligente y poderoso, Bundy desarrolló esa vena por robar que tan bien le iba. Empleaba su tiempo entre sus diarios paseos al campus, donde inclusive entraba a algunas clases como si fuera un alumno más y veía la televisión que había robado de algún otro lado. De hecho todo su mobiliario era producto de los robos, igual que la comida que compraba usando tarjetas de crédito robadas. Todo marchaba de maravilla excepto por el hecho de que deseaba compañía y claro, saciar sus impulsos homicidas. El 14 de Enero el edificio de la fraternidad Chi Omega estaba semivacío pues la mayoría de las ocupantes estaban de fiesta o en salones de baile aprovechando que esa noche no había toque de queda. No era extraño que las muchachas llegaran incluso a temprana hora de la mañana siguiente. A las 3 a.m. el novio de Nita Neary la dejaba a la puerta de la fraternidad y la chica nota que la puerta está abierta, siendo que ellas tenían cuidado de siempre dejar cerrada la entrada. Tan pronto entró al edificio escuchó actividad y pasos de alguien corriendo en el piso de arriba, inmediatamente el sonido se acercaba a las escaleras. Alcanza a esconderse y observa bajar y salir del edificio a un hombre que lleva una gorra tejida color azul, y en el brazo lo que parecía una carpeta envuelta en un trapo. Atinó a pensar que alguien había asaltado la fraternidad así que buscó a su compañera de habitación Nancy y sin saber que hacer fueron en busca de la encargada del edificio, pero no tardaron en toparse otra compañera llamada Karen quien tambaleaba por el pasillo herida y cubierta de sangre en la cabeza. Pronto descubrieron otra muchacha mas, gravemente herida. Aquella noche Bundy efectuó uno de sus ataques más terribles por la saña y número de víctimas: la policía encontró el cadáver de Lisa Levy a quien golpeó en la cabeza, violó y que casi de una mordida le desprende un pezón del pecho. A la postre el ataque a Lisa Levy resultaría de crucial importancia en el destino de Bundy. Además insertó en su vagina una lata de spray para pelo. Margaret Bowman falleció en por estrangulamiento, igualmente atacada mientras dormía. Los análisis forenses indicaron que no fue atacada sexualmente como Lisa Levy. Pero los golpes a su cabeza fueron tan brutales que parte de la masa encefálica estaba expuesta cuando fue hallado el cuerpo. Ninguna de las dos mujeres pudieron pelear por su vida, el ataque fue veloz y contundente. Las demás victimas no pudieron aportar ningún dato sobre el atacante, únicamente la señorita Neary fue capaz de proporcionar los mayores datos. Bundy no había terminado aún su noche, no lejos de la fraternidad atacaría a una chica mas, afortunadamente los vecinos escucharon ruidos extraños y telefonearon al departamento de la mujer; esta acción heroica le pudo salvar la vida a la chica que inmediatamente fue asistida por la policía quienes la encontraron sentada en su cama, semiinconsciente tras la golpiza recibida. A pesar de que la policía pudo recabar bastante evidencia de este último ataque como fueron cabellos de una máscara que Bundy soltó en el lugar, semen y muestras de sangre la realidad era que el criminal les era desconocido. En el estado de Florida no sabían nada de Ted Bundy. La última víctima de Ted Bundy fue la adolescente Kimberly Leach que fue secuestrada el 9 de Febrero de 1978 en Lake City. El único testigo del acontecimiento fue una amiga suya de nombre Priscila quien la vio subirse a la camioneta de un señor, pero no pudo aportar mayores datos del color o tipo de camioneta. El cuerpo de la niña fue hallado 8 semanas más tarde en Florida, dado el avanzado estado de descomposición del mismo no dio ninguna pista significativa sobre el atacante. Días antes del secuestro de Kimberly Leach un extraño en una camioneta van color blanco se acercó a una estudiante de 14 años, la chica estaba en el camino en espera de su hermano que había quedado de pasar por ella. La chica, advertida por su padre -un oficial detective- de que no debía hablar con extraños se sintió incomoda ante las preguntas y avances de Bundy. Afortunadamente el hermano llegó y ordenó a su hermana abordar el carro. Extrañado por el sujeto, el joven apunta las placas de la van y se las muestra a su padre. Una vez escuchada la historia del hombre y la van blanca, el detective James Parmenter del departamento de policía de Jacksonville decide investigar. Las placas correspondían a un hombre llamado Randall Ragen a quien Parmenter decide visitar. El señor Ragen relata que las placas de que le preguntan habían sido robadas de su vehículo y que ya había tramitado unas nuevas. Posteriormente el detective se entera de que la van que le comentan sus hijos haber visto era robada. Entonces intuye una sospecha y hace que sus hijos vean unas cuantas fotografías en la estación de policía, para su sorpresa, el sujeto que identifican es Ted Bundy. Tiempo después de haber desechado la camioneta van, Bundy roba un automóvil que si le acomoda bien, otro VW sedán. Pero le vuelve a suceder lo mismo, los oficiales localistas de la región sospechan ante la presencia de un vehículo que no les es conocido. El oficial David Lee lo ubica el 15 de Febrero a eso de las 10 p.m. Reporta las placas a la central y descubre que el carro es robado así que decide actuar. Igual que en Utah, Bundy decide huir hasta que de repente para. Para sorpresa del oficial, este se resiste a la detención y logra escapar. El oficial dispara y Bundy se deja caer, simulando haber sido herido, solamente para atacar de nuevo al oficial cuando este se acerca de nuevo. Finalmente tras una un breve forcejeo es sometido y esposado. Una vez en manos de la policía la evidencia y las pistas se acumulan velozmente contra Bundy. Inmediatamente se le carga el asesinato de la joven Leach y también se le liga a los crímenes de la fraternidad Chi Omega y es sentenciado a muerte. Dos fueron los juicios que por asesinato enfrentaría Theodore Robert Bundy, el primero comenzó el 25 de Junio de 1979 en Miami Florida en este caso la corte se centró en los crímenes contra la fraternidad Chi Omega. El segundo juicio se realizó en Orlando Florida en Enero de 1980 y fue por el homicidio de la joven Leach. Pero sería el juicio de la fraternidad el que sellaría el destino fatal de Bundy. Estos juicios eran los juicios de la década, provocaron una marejada de publicidad y expectación en toda la unión americana. Bundy era visto como la real encarnación del mal, casi el demonio en persona. Miles de pesadillas giraban en torno a la imagen de este despiadado asesino. A pesar de tener al planeta entero en su contra y con todo el peso de la evidencia encima suyo, Bundy actuó como su propio abogado y siempre confió en poder hacer que el juicio fuera lo más justo posible. El jurado estaba compuesto por una mayoría de afroamericanos. La intención era que no se cargara de prejuicios dicho jurado, pero las evidencias fueron determinantes, sobre todo en el caso de la hermandad Chi Omega, primero fue el testimonio de Nita Neary señalando a Bundy como el sujeto que alcanzó a ver salir corriendo por la puerta. El otro testimonio contundente fue aportado por un odontólogo, el Dr. Souviron mostró una serie de fotografías de la mordida en la nalga de la señorita Levy y como las marcas de la dentadura correspondían a la perfección con los dientes de Bundy. De ese modo unas fotografías ligaron a Bundy con los asesinatos de la fraternidad. El 23 de Julio tras 7 horas de deliberación, el jurado decidió que Ted Bundy era culpable. Este escuchó el veredicto sin mostrar emoción alguna. En el estado de Florida se tiene una costumbre de efectuar un juicio aparte para la sentencia, el de Bundy ocurrió el 30 de Julio, una semana después del anterior. Esta ocasión testificó e imploró por la vida de su hijo la madre de Bundy y él mismo tuvo la oportunidad de dar una buena razón para que no se le sentenciara a muerte. Entre otras cosas se dijo víctima de una farsa, de un juicio injusto y abusivo. Y que no tenía ni siquiera porque pedir clemencia por algo que no había cometido. El juez Cowart al finalizar Bundy su declaración recomendó la pena de muerte en la silla eléctrica por la muerte de Lisa Levy y Margert Bowman. El 7 de Enero de 1980 comienza el juicio por la muerte de la niña Kimberly Leach, en Orlando Florida. Esta vez Bundy decide no defenderse asimismo y quedan como sus representantes los abogados Julius Africano y Lynn Thompson. La estrategia a seguir fue apelar por causa de incapacidad mental, es decir por locura. Una ruta muy arriesgada, pero casi la única opción para un asesino como Bundy. El jurado no tuvo problemas para darle la vuelta a esta débil estrategia y de hecho Bundy perdía cada vez más el control, gastando ya sus energías simplemente en no explotar contra todo mundo. Ya no le servía de nada aparentar calma y dominio de la situación sabiendo de antemano que su destino estaba ya decidido. Y durante el juicio sorprendió a todo mundo cuando anuncio su matrimonio con Carole Ann Boone, antigua compañera suya de trabajo. Gracias a una argucia legal del estado de Florida era posible sellar un matrimonio en el estrado y estando en juramento declarando ante el juez. Así que al testificar la señorita Boone, ambos aprovechan para legalmente quedar en matrimonio. Bundy pasa su luna de miel en el paredón de condenados a muerte de la cárcel Raiford. Pero no se iba a dar por vencido fácilmente y en 1982 contrató nuevos abogados para fabricar una apelación contra la sentencia de los homicidios de la fraternidad Chi Omega, pero la maniobra fue desechada por la corte. Luego en 1985 contrató nuevo abogado ahora para apelar la sentencia por el homicidio de Kimberly Leach pero de nuevo fue negada la moción. La lucha continuaría hasta 1986 en que pelearía de nuevo la pena de muerte que pesaba sobre si sin mejor éxito que las anteriores apelaciones. La ejecución de Ted Bundy fue programada para el 4 de Marzo de 1986 pero gracias a las diligencias de su abogada Polly Nelson, el día fatal fue posponiéndose hasta que finalmente la suprema corte de justicia de los Estados Unidos denegó la última prórroga el 17 de Enero de 1989. Echada la suerte de Bundy, cuando ya no podía cambiar su situación jurídica, adopta la decisión de confesar mas crímenes al Dr. Bob Keppel jefe de investigadores del departamento de justicia del estado de Washington. Keppel y Bundy habían ya trabajado conjuntamente cuando este último se ofreció para ayudar en la investigación acerca del asesino serial llamado en este entonces 'The Green River killer' criminal que tuvo en jaque a la policía por más de 20 años. Keppel asiste a las sesiones con Bundy armado únicamente de una grabadora para conservar los testimonios del asesino. Así el mundo se enteraría que Bundy conservaba por algún tiempo en su casa y en algunos casos, las cabezas de las victimas como trofeos y de que también practicaba necrofilia. La conducta de Bundy fue catalogada como de extrema perversión y compulsión necrofílica. Los analistas estiman que el número de víctimas podría fácilmente rondar las 100 mujeres, muy lejos de los conteos oficiales de alrededor de 36. El 24 de Enero de 1989 a las 7 AM con 4 minutos Theodore Robert Bundy es ejecutado en la silla eléctrica. Según se reporta, tuvieron que sacar a Bundy de su celda por la fuerza. Afuera de la cárcel numerosas personas esperaban la noticia y cuando el vocero de la institución declara la muerte de Bundy se escuchan vítores y aplausos incluso hasta fuegos artificiales son lanzados. Momentos después sale una carroza funeraria camino al crematorio. Al pasar la multitud aplaude, la horrible pesadilla había finalizado. A pesar de todo, todavía se le cargaría a la cuenta de Bundy un crimen más que tomo 28 años para esclarecerse. Katherine Devine fue vista por última vez el 25 de Noviembre de 1973 pidiendo aventón, para ser descubierto su cadáver el 6 de Diciembre de ese mismo año por una pareja en el parque McKenny del estado de Washington. Los forenses dicen que poco después de ser vista por última vez, Kathy Devine encuentra a la muerte, estrangulada, sodomizada y con la garganta rebanada. La mayoría de los enterados del crimen creía que Bundy había sido responsable pero en ese tiempo las autoridades culparon a un sujeto de nombre William E. Cosden Jr. quien actualmente purga condena por violación a 48 años. Felizmente el caso nunca fue cerrado y en el año 2001 gracias a exhaustivas pruebas de ADN el caso queda resuelto. Lista de víctimas confirmadas: Seattle, Washington: • 25 Noviembre 1973: Katherine Merry Devine, 15 • 31 Enero 1974: Lynda Healy, 21 • 12 Marzo 1974: Donna Manson, 19 • 17 Abril 1974: Susan Rancourt, 18 • 6 Mayo 1974: Roberta Parks, 22 • 1 Junio 1974: Brenda Ball, 22 • 11 Junio 1974: Georgann Hawkins, 18 • 14 Julio 1974: Janice Ott, 23 • 14 Julio 1974: Denise Naslund, 19 Salt Lake City, Utah: • 2 Octubre 1974: Nancy Wilcox, 16 • 18 Octubre 1974: Melissa Smith, 17 • 31 Octubre 1974: Laura Aime, 17 • 8 Noviembre 1974: Debbie Kent, 17 Aspen, Colorado: • 12 Enero 1975: Caryn Campbell, 23 Tallahassee, Florida: • 15 Enero 1978: Margaret Bowman, 21 y Lisa Levy, 20 • 9 Febrero 1978: Kim Leach, 12 Víctimas no plenamente confirmadas: • 9 Agosto 1961: Anne Marie Burr, 9 u 8 • 23 Junio 1966: Lonnie Trumbell • 19 Julio 1971: Rita Curran, 24 • Junio 1973: Rita Lorraine Jolly, 17 • Agosto 1973: Vicki Lynn Hollar, 24 • 25 Mayo 1974: Brenda Baker, 15 • Octubre 1974: Nancy Wilcox, 16 • 15 Marzo 1975: Julie Cunningham, 26 • 6 Abril 1975: Denise Oliverson, 25 • 15 Abril 1975: Melanie Cooley, 18 • 28 Junio 1975: Sue Curtis, 15 • 1 Julio 1975: Shelly Robertson, 24 • Julio 1975: Nancy Baird, 23 • Febrero 1976: Debbie Smith, 17 Nota: A pesar de que Ted Bundy confesó varios crímenes más, la imposibilidad de ligar los hallazgos por métodos forenses, impide confirmarlos y también se debe tener en cuenta que para posponer la fecha de su ejecución adoptó la estrategia de confesar poco a poco sus asesinatos. Pidiendo más tiempo, pero no pudo postergar su muerte. Algunos especialistas especulan que las victimas de Bundy pudieran llegar a las 100 y lo más probable es que nunca se sepa la verdad. De varias chicas aquí listadas, se sospecha pudieron morir a manos de Bundy pero repito, falta la confirmación.